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| Victoriano Pichulman. Fotografia Débora Civicos |
José Francisco Pichulmán pertenecía al grupo juvenil católico de la Iglesia Santa Teresa, del barrio Sapere. Realizaba trabajo social, y participó junto a su hermano Juan Raúl de la comisión vecinal del barrio Sapere junto a Orlando Cancio, Javier Seminario y Celestino Aigo.
En su testimonio, sostuvo que “un grupo de ocho personas, dos de civil y seis militares, con ropa de color verde oliva” irrumpieron en su vivienda la madrugada del 12 de agosto de 1976. Recordó que entre ellos “había uno rubio de bigotes, con capucha azul, que era el que comandaba”.
Pichulman relató que este grupo de personas entró en su casa y que comenzaron a preguntarles los nombres, “cuando mi hermano dijo José Francisco, se lo llevaron”. En el momento en que detenían a su hermano, Victorino pudo subir al techo y esconderse “no me vieron, y así me salvé”, pudo expresar. Recordó que se movilizaban en dos vehículos blancos sin patentes.
Cuando se lo llevaron “lo primero que hicimos fue ir a la comisaría más cercana, y el jefe de la policía que nos atendió nos dijo: “bueno, ahora salimos a hacer el operativo, pero nunca salieron” sostuvo Pichulman. Ante la falta de noticias sobre su hermano, fue junto a su madre al Comando VI Batallón de Ingenieros de Montaña y “nos atendió Luis Alberto Farías y nos dijo que a mi hermano se lo habían llevado los subversivos, porque ellos son los que se están llevando a la gente”, agregó.
Pero Pichulman le respondió a Farías que tenía la certeza de que fue el ejército el que se lo había llevado a José Francisco “porque tenían armas largas, la misma ropa que usted y se movían con total impunidad”.
Victorino terminó su declaración sosteniendo que en los años posteriores al secuestro de su hermano “lo que vivieron fue muy triste” y que cada vez que golpeaban la puerta, se exaltaban porque no sabían qué les podía llegar a pasar.
Por Débora Cívicos y Verónica Benjamín
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